sábado, 17 de diciembre de 2011

Aceptándose

Yo no es que sea una antigua ni una estrecha de mente, pero soy de las que piensa que la gente debería vestirse acorde a su edad. Todo esto viene a que vi un día por la calle a una niña de unos 14-15 años maquillada y vestida como si tuviera 25. Días más tarde vi a una mujer de unos 40 años o más en una conocida tienda de ropa llevándose al probador un mini-short de lentejuelas que bien podría hacer sonrojarse a la mismísima Rihanna. Le decía a una amiga el otro día, muy a cuento de esto, que es curioso como cuando eres adolescente, quieres aparentar ser mayor y cuando te vas haciendo mayor, quieres aparentar ser más joven. Yo no digo que la mujer de 40 se tenga que vestir de señora. Se puede vestir de manera juvenil y sexy con 40, pero todo dentro de unos límites. ¿¿Un short de lentejuelas?? No por Dios. Yo a los 20 me ponía camisetas que enseñaban el ombligo. Con más de 30 ya no me parece apropiado enseñar ombligo. Al menos yo. Es mi opinión personal. 
Todo esto está relacionado también con el hecho de que nadie está contento con lo que tiene. ¿Que eres joven? Pues pues te maquillas y pones tacones para parecer mayor. ¿Que eres vieja? Pues te haces "liftings" y te pones botox para parecer joven. ¿Que tienes pelo rizado? Te haces un alisado chino. ¿Que lo tienes liso? Pues te pones rulos o te lo ondulas. ¿Que eres alto? Pues te pones zapatos planos o caminas algo encorvado. ¿Que eres bajito? Pues te pones zapatos con plataforma... etc, etc, etc.

¿Tan difícil es aceptarse uno mismo como es, con su edad, su aspecto, su pelo y su altura? ¿Por que esta continua insatisfacción con nuetsro físico? ¿Es algo intrínseco a la raza humana? ¿O sólo al sexo femenino? ¿No es más fácil aceptar lo que nos ha sido dado por genética que intentar cambiarlo?

lunes, 5 de diciembre de 2011

Se acerca

Se acerca la Navidad y, con ella, las cenas y almuerzos con familia, amigos y compañeros de trabajo. Es probablemente lo que más me gusta de la Navidad junto con los adornos luminosos en las calles. Sé que no debería ser así, pero en estas fechas todo el mundo es más sociable y amable con los demás. ¿Por qué ahora y no en otra épocas del año? Quién lo sabe. Lo cierto es que disfruto de estos momentos en los que todo el mundo se vuelve más cercano, en los que los errores se perdonan y las faltas se olvidan, en los que solo se pueden hacer cosas buenas. Siento que, aunque sea por unos pocos días, todos son realmente buenos.