Todo va bien. La vida fluye tranquilamente. Uno empieza a estabilizar su ánimo después de mucho tiempo de inestabilidad. Todo está bien. Y de repente una llamada y todo se derrumba. La estabilidad cae en picado. Y surgen miles de preguntas que ya nunca serán respondidas. Y todo lo demás se vuelve superfluo, estúpido y carente de sentido.