Hoy, recordando días tristes, he recordado uno que fue particularmente triste para mí. Un día en que la ansiedad y desesperación me pudo y me gasté un montón de dinero en coger un vuelo para ir a un lugar seguro. Metí todo lo que me cupo en una maleta grande y me marché, dejando a varias personas desconcertadas. El viaje fue el peor de mi vida. Recuerdo que me aferraba a mi pulsera de cuarzo rosa que alguien me había recomendado que comprara para aliviar mi maltrecho 4º chakra. Y al llegar a mi destino, abracé y lloré con alguien con quien normalmente no lloraba. Y sentí parte del consuelo que necesitaba. Dos semanas más tardes me sentí capaz de volver a afrontar las cosas y seguir adelante con mi vida.
Y ahora también he recordado que hace hoy 2 años y 4 días que llegué de nuevo a Las Palmas. Ha pasado mucho tiempo y estoy bien. Aunque no tan bien como quisiera.