Sueños

Más sueños... A mí los sueños me encantan. Da igual que los sueñe dormida o despierta. 

Los que se sueñan dormida son, como diría Forrest Gump, como una caja de bombones: nunca sabes lo que te va a tocar. Pero en contrapartida, cuando estás en ellos, parecen una realidad. Lo malo es cuando despiertas y vuelves al mundo real.

Los que se sueñan despierta pueden elegirse... casi siempre. A veces simplemente eliges el tema y dejas a tu imaginación vagar por caminos inescrutables. Yo a veces me sorprendo de lo que puedo llegar a soñar despierta. Pero ¿no eran controlables los sueños despierta? Pues parece que no siempre. 

¿Qué sería de nuestra vida si no fuera por los sueños? Qué aburrido sería todo sin esos momentos de evasión planificada o no. 

Bueno, me voy a soñar un rato... quiero decir, a dormir.

Pequeñas cosas

A veces un pequeño gesto de alguien que ni te imaginas puede hacer que te animes al instante. 

Hoy me ha pasado algo así. Iba caminando por la calle algo decaida y me he cruzado con un desconocido que me ha guiñado un ojo. Y no ha dicho nada, sólo me ha guiñado el ojo. Y de repente me he sentido bien.

Después me he echado una siesta y he soñado contigo que, medio a escondidas y sin motivo aparente, has pegado tu cara a la mía y nuestros labios se han rozado. Y te diré que hasta en sueños he notado electricidad en el cuerpo.

Azar

El azar es curioso. Cuando deseas que los astros se alineen para que algo suceda, no sucede ni a tiros. Pero cuando estás tranquilita, a otra cosa, de repente todo va encajando y ¡zas! ahí estás, almorzando por casualidad con alguien especial. Y ya sé que no significa nada, pero me ha gustado...

Sensaciones

Recuerdo que cuando era adolescente (y menos adolescente) era una chica super enamoradiza. Me pillaba hasta las trancas del menos pintado. Y lo veía y me temblaba el cuerpo y las entrañas. No era capaz de hablar con él sin que se me cortara la voz. Y soñaba con el momento en que él se acercara a mí y me dijera de quedar porque a mí no se me pasaba por la cabeza la manera de hacerlo yo sin morir de una crisis ansiosa. Y al final, después de meses (a veces años) de morirme por sus huesos acababa desistiendo. 

La cuestión es que ahora me gusta este, luego aquel y luego el otro, pero me he dado cuenta de que ya no siento ese cosquilleo u hormigueo dentro de mí cuando lo veo. Con ninguno de ellos. Y me pregunto cosas. ¿Será que ya he perdido esa capacidad de sentir con alma de adolescente? ¿Será que ya no quiero arriesgarme a pillarme por alguien por si no sale la cosa? ¿Será que de mayor uno ya no siente de la misma manera? Yo quiero volver a sentir esa ilusión de enamorarme y de que me tiemblen las piernas cada vez que lo vea. Quiero vibrar de deseo cada vez que oiga su voz. ¡Quiero que se me note!

Crees que conoces a la gente...

... y resulta que no. Y eso no sé si es bueno o es malo.

Sabores

En medio del caos en que se ha convertido mi vida en los últimos días por diferentes razones, ayer acudí al supermercado por pura necesidad. Y encontré esto en los congelados, que ya había visto anunciado en la tele.

Abrí uno y me lo comí. Y resultó que no tenía el sabor que yo creía. Sabía a recuerdos...

Se mueve

Noto que se mueve,que da vueltas sin parar, que se revuelve, que se retuerce. A veces para un instante, pero siempre vuelve a moverse. No se puede quedar quieto, ni marcharse. Y eso que lo intento con fuerza. Se me ha metido ese sentimiento en las entrañas y no hay quien lo haga desaparecer.

Viento

Apareces como por arte de magia cuando ya ni te espero. Y pasas ante mí como una ráfaga de viento, parando, eso sí, a acariciar mis mejillas un momento antes de seguir con tu camino. Y yo cierro los ojos y disfruto del momento, deseando que mañana se repita...

Cansina...

Sé que canso, que aburro. Sé que a muchos de vosotros les entran ganas de suicidarse con lo que escribo, siempre triste, siempre negativa. También sé que dije que en este blog no escribiría cosas tristes. Pues lo siento, pero no puedo dejar de hacerlo. Si alguno de los que me leeis, que sois poquitos, les da tristeza o mal rollo lo que escribo, de verdad que lo siento. Pero esta soy yo. Me gustaría ser una persona dicharachera, feliz, optimista, con una gran autoestima, segura de mi misma, positiva. Pero resulta que soy todo lo contrario. Es lo que hay. Me gusta que me lean, pero no me importa escribir para mi misma. Esto es como una terapia, como si escribiera en mi diario, así que tampoco pasa nada si no me leeis ni comentais.

Hechizo

No sé qué tiene tu mirada que cuando estás callado, me habla. Y me gusta lo que me dice. Un simple guiño, cuando sólo tus ojos son visibles, cuando nadie más te ve, es lo que me hace estremecer. Y no sé qué puedo hacer para romper el hechizo que tienes sobre mí sin tú saberlo.

Insulsa

No quiero estar trabajando cada minuto de mi vida, pero encuentro que sólo cuando trabajo mi existencia tiene algún sentido. Fuera de allí, mi vida es insulsa. No hago nada. Creo que hacía años que no estaba siempre tan aburrida. Sólo que la última vez ni siquiera tenía trabajo que me reconfortara...