Reflexiones

Me quedo con este fragmento de una canción de Mika:

Estaba sentado en un bar y un tío se me acerca y me dice  "Mi vida apesta". Y vi su tarjeta de crédito Oro y vi la manera en la que miraba a la gente al otro lado del local y le miré a la cara y, sabes, qué cara tan atractiva y simplemente le dije "Colega, tu perspectiva de la vida apesta"

Otra para mí

La suerte de una gota

He decidido rescatar un antiguo post que escribí en mi primer blog. Me gusta y quiero compartirlo con mis nuevos amigos blogueros.

 

Llueve. Caen gotas incesantemente. Gotas grandes. Gotas pequeñas. Gotas que mojan todo sobre lo que caen. Repican sobre los cristales con un ritmo constante y monótono. Tras estrellarse contra la ventana, agonizan un momento y, finalmente, se deslizan hasta morir. Y todo ésto se repite sin parar. Cada gota hace un viaje distinto y tiene una vida distinta, pero, inevitablemente, todas acaban muriendo en algún lugar: en la ventana de alguna casa, en la hierba recién cortada, en el asfalto de alguna carretera, en el paraguas de algún viandante... Algunos lugares son más agradables que otros para encontrar el inevitable fin. Pero ninguna escapa de su destino. Algunas afortunadas tienen la suerte de caer sobre el agua, la fuente de sus vidas, y acaban fusionándose para convertirse en algo superior y con una vida diferente, pero casi infinita. Curiosa suerte la de una gota. Toda la vida cayendo, pero sin saber dónde. Toda la vida pensando dónde te estrellarás. Siempre en compañía, pero solas al fin. Con una única ilusión. Morir sobre la fuente de sus vidas: el agua.

Horizonte

Últimamente estoy, como decirlo, desconcertada. Sí, tal vez esa sea la mejor palabra para definir lo que siento. Ya no sé qué esperar de la gente. La gente me sorprende. A veces positivamente y otras negativamente. A veces la misma persona puede sorprenderte de ambos modos en diferentes momentos. Estoy planteándome cuál es el sentido de la vida. De mi vida. Qué quiero, qué busco, qué me propongo... Ahora mismo me estoy dedicando a vivir cada día, sin mirar al horizonte, sin más perspectivas de futuro, sin ninguna meta, sin ningún aliciente (no me gusta la palabra ilusión, ya lo he dicho). Tampoco es mala cosa vivir día a día. Pero no tener nada por lo que vivir cada día es demasiado triste...

Auto-dedicado

Últimamente estoy escuchando mucha música. Y digo escuchando, no oyendo, que eso ya lo hacía antes. Escucho y leo las letras. A veces me siento identificada y otras no. Otras veces me gustaría sentirme identificada. 

He dedicado ya un par de canciones a un par de amigos (un par en las palmas nunca son dos). Hoy me toca autodedicarme una. He descubierto el último disco de Rosana cuando ya tiene 3 años, pero me encanta. no será un gran cantante, pero me parece una gran letrista. Y este es un ejemplo de ello. Os dejo la canción y, debajo, la letra por si no os apetece escucharla, sino leerla. Lo dicho, para mí va...

Si te arrancan al niño, que llevamos por dentro,

Si te quitan la teta y te cambian de cuento

No te tragues la pena, porque no estamos muertos

Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Si te anclaran las alas, en el muelle del viento

Yo te espero un segundo en la orilla del tiempo

Llegarás cuando vayas más allá del intento

Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo

Si te abrazan las paredes desabrocha el corazón

No permitas que te anuden la respiración

No te quedes aguardando a que pinte la ocasión

Que la vida son dos trazos y un borrón.

Tengo miedo que se rompa la esperanza

Que la libertad se quede sin alas

Tengo miedo que haya un día sin mañana

Tengo miedo de que el miedo, te eche un pulso y pueda más

No te rindas no te sientes a esperar.

Si robaran el mapa del país de los sueños

Siempre queda el camino que te late por dentro

Si te caes te levantas, si te arrimas te espero

Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Mejor lento que parado, desabrocha el corazón

No permitas que te anuden la imaginación

No te quedes aguardando a que pinte la ocasión

Que la vida son dos trazos y un borrón.

Tengo miedo que se rompa la esperanza

Que la libertad se quede sin alas

Tengo miedo que haya un día sin mañana

Tengo miedo de que el miedo te eche un pulso y pueda más

No te rindas no te sientes a esperar.

Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendo

Si disparan por fuera y te matan por dentro

Llegarás cuando vayas, más allá del intento

Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendo

Si disparan por fuera y te matan por dentro

Llegarás cuando vayas, más allá del intento

Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Porque tengo que repetirme a mi misma que no me puedo quedar sentada esperando que me pasen cosas... que no puedo dejar que el miedo, la soledad y la nostalgia me ganen el pulso... que efectivamente la vida son dos trazos y un borrón y cuando te das cuenta te has quedado sin papel... que sólo podrán conmigo si me acabo rindiendo...

Sexy

Sé que un montón de mujeres de todas las edades suspiran por Miguel Bosé, pero a mí nunca me ha atriado especialmente. No le encontraba nada. Pero a sus ¡54 años! de repente me ha sorprendido con un videoclip en el que está de lo más atractivo y sexy. "Estuve a punto de...". Es cierto que el video puede estar retocado y demás, pero creo que en el fondo está bien conservado. Esto me hace reflexionar sobre  el por qué los hombres se conservan tan requetebien e incluso mejoran con la edad y las mujeres empiezan a arrugarse y sus carnes empiezan a colgar. De hecho las mujeres famosas que con 50 años están divinas han pasado unas cuantas veces por el quirófano: Sharon Stone, Michelle Pfeiffer, Daryl Hannah... La naturaleza no parece favorecernos demasiado. Así que voy a aprovechar mientras sea joven para lucirme, ¡que luego se me arrugará todo!

Aquí os dejo el videoclip por si no lo habéis visto (no he podido meter el video directamente porque está desactivada la opción de insertar en tu web, así que os dejo el enlace. Chicas... disfrutad).

Sorpresas

A veces la vida te da sorpresas, como dice la canción. Y de las agradable. Me ha sorprendido cómo he podido hacer tan buenas migas con alguien que apenas conozco. Es un gran tipo. Hablamos bastante últimamente y vamos conociéndonos poco a poco. creo que seremos grandes amigos. Y con lo que me cuesta a mí hacer amigos, esto me parece algo increiblemente bueno.

Para tí esta canción, que espero que te guste...

I'll be there (dedicado)

Sé que lo estás pasando mal. Ojalá pudiera hacer algo para aliviarte. No se me ocurre nada más que decirte lo que dice esta canción "I'll be there"...

Llueve

Hoy llueve. El día ha estado gris desde por la mañana cuando ya unas gotitas nos avisaban de la que se avecinaba. Por la tarde el cielo estaba tan gris que ha dicho "basta" y ha descargado una tromba de agua sobre la ciudad. Cuanto más caía más se aclaraba el cielo y el horizonte. Es un poco como cuando los problemas nos agobian y nos pegamos una buen atracón de llorar. Después de repente las cosas se van aclarando y se empiezan a ver todo de otra forma. Bueno, no siempre. A veces ni con esas. Me gustaría cantar bajo la lluvia como dice la canción, pero no me siento con fuerzas.

Ya lleva unas cuantas horas lloviendo a pesar de haberse aclarado el cielo. También pasa a veces...

Siento

Siento que me estás dando vida.
Siento que me animas y me haces sentir especial.
Siento que me tratas como una princesa no, como una reina.
Siento que me haces saber lo que es sentirse idolatrada.
Siento que me cuidas sin tener obligación.
Siento que te preocupas por mí y por mis problemas.
Siento que estarás ahí.
Y no entiendo muy bien que te he dado para ello, pero te lo agradezco...

El hotel

He pasado el fin de semana en un congreso de médicos de atención primaria, rememorando mi pasado como médico de familia. Curiosamente aún me siento más médico de familia que cirujano. Llevo poco tiempo supongo, pero no puedo evitarme sentirme "disfrazada" cuando me pongo el pijama verde...

Bueno, me invitaron al congreso (una gran amiga mía era la organizadora). Un congreso de ámbito nacional al que asistieron cerca de 7000 médicos de toda España. Alucinante el volumen de gente que había. También me invitaron al hotel. 

El hotel... Ufff, casi indescriptible, pero voy a intentarlo porque se merece un post exlusivo.  Hotel Villa del Conde, una maravilla de hotel de 5 estrellas al borde de la playa de Meloneras, en el sur de la isla de Gran Canaria. Fue construido a modo de réplica de un pequeño pueblo del sureste de la isla llamado Agüimes. El edificio central es una réplica de la iglesia del pueblo.

Dentro está la recepción y un bar. Las columnas y
la gran lámpara también recuerdan a una iglesia, o casi a una catedral.

El piano de cola, los sillones, las lámparas... todo era perfecto.











Entonces subí a mi habitación. La verdad es que era preciosa. Baño con bañera y ducha, dos lavabos, bidé, albornoces, secador, geles, champú...

La vista desde mi ventana era inmejorable. De hecho, veía atardecer desde el balcón...

El resto de hotel eran pequeños edificios imitando las casas típicas de los pueblos de la isla que contenían las habitaciones. Todos los bloques eran diferentes. Realmente parecía un pequeño pueblo.

Y las piscinas... Había de agua dulce y de agua salada. Y una de ellas tenía arena y la entrada era gradual, como si fuera una playa.











Impresionante, ¿eh? Yo jamás había estado en un sitio así...

Y de noche, las torres se iluminaban...

La comida era estupenda y el trato inmejorable. El congreso estuvo muy bien, pero entenderéis que  no fuera lo que más me impresionó...

La odisea del viaje de vuelta

Lo prometido es deuda. dije que contaría cómo fue mi viaje de vuelta de Madrid y ahí va. Un poco tarde, la verdad, pero aceptáis barco ¿no? No es una gran historia, pero es mi historia y fue una odisea para mí.

Llego al aeropuerto después de equivocarme de metro y no seguir las indicaciones de Toño (me pasé la parada que me dijiste. Iba alelada…). Quedaban 55 min. para el embarque. Llego al mostrador y me dice que el vuelo esta lleno y me envía a otro mostrador con otra gente a la que se les había quedado la misma cara de desconcierto que yo. Allí nos cuentan que ha habido overbooking y que intentarán meternos en otro vuelo que suponía salir a las 17:40 y que iba a salir a las 22:15. Todos con cara de tontos en la cola esperando no sé qué bono que decían. Después de un rato de esperar nos dan a cada uno “bono de compensación”. ¿Qué coño será esto? Me pregunto yo. Cuando me llega el turno veo que el tío escribe en una casilla “200 euros”. No puede ser cierto… Pues lo era. Joder, ¡pero si el viaje me ha salido gratis! Nos suben al avión y nos ponen en primera clase. Nos dan bebida, comida caliente, toallitas húmedas. Estaba abrumada, de verdad. Es increíble pero ya no recordaba la época en la que nos ponían comida y bebida a todos, incluso a los de clase turista… La parte mala es que estaba rodeada de un grupo de rumanos, ucranianos o lo que fuera, que no paraban de hablar alto entre ellos. Yo iba en el lado que tiene 2 asientos. Una de ellas iba en la ventana y yo pasillo. Pues desde allí les gritaba a los demás. Qué cruz. Las azafatas, un poco hartas ya, acabaron tratándonos medio mal a todos. Eran antipáticas.  Bueno llegué por fin (curiosamente a la hora que tenía previsto llegar con el anterior vuelo) y cuando pretendo recoger mi maleta… ¡no está! ¡Sorpresa! No todo podía ser bueno… Me dicen que la maleta no ha venido en el avión, que está en Madrid. O sea, que directamente no la subieron al avión. ¡Hay que joderse! Y sólo la mía y la de otro chico. Justo a los que nos metieron los últimos en ese vuelo. Reclamamos y dicen que nos la llevan al día siguiente a casa. Al día siguiente, toda la mañana y tarde esperando por la maleta. Cuando ya había perdido la esperanza, a eso de las 8 de la tarde llegó mi maleta a casa de mis padres porque es la dirección que había dado por si la traían por la mañana. La voy a buscar, me la llevo a casa y cuando la voy a abrir… el cierre roto. ¡Me cago en Spanair! No vuelvo a volar con ellos…

Para qué

No quiero

Me prometí no llenar estar blog de post deprimentes y autocompasivos, pero aquí estoy de nuevo iniciando un post de esos. No tengo otro lugar donde desahogarme. Ni tengo tampoco con quién. Aquí estoy un viernes por la noche sin nada que hacer. Amigos que no están, amigos que no contestan, amigos que están ocupados y amigos que han dejado de ser amigos. Y yo sigo aquí. Y a veces me pregunto qué hago aquí, por qué me empeño en seguir esta farsa de vida, una vida vacía donde nada parece salirme bien. Cómo dije en mi anterior post, busco sin parar y no encuentro nada. Las cosas no van bien y no consigo que vayan bien. Me ilusiono con algo y se viene abajo. ¿Para qué sirven las ilusiones? La respuesta es para decepcionarte cuando te das cuenta de que no salen ni saldrán bien. Me niego a tener más ilusiones. No quiero tenerlas, no quiero decepcionarme más. No quiero esperar nada de nadie para que no me defrauden. No quiero vivir de este modo. No quiero vivir. No me gusta.